Los restaurantes tienen dos tipos de costos:
Los costos fijos, que permanecen igual mes a mes.
Los costos variables, que están sujetos a cambios dependiendo de muchos factores.
He aquí un desglose:
Los costos FIJOS incluyen:
El alquiler, los salarios, la hipoteca, los pagos de préstamos, las
licencias, el internet y las primas de seguros.
Estos costos son más fáciles de presupuestar al abrir un restaurante porque no fluctúan mucho cada mes.
Los costos VARIABLES incluyen:
Los insumos para preparar la comida, los sueldos de personal eventual y los servicios agua, luz, gas, etc…
Estos costos son más difíciles de predecir al abrir un restaurante porque varían en función de la producción.
Después de varios meses de monitorear estos costos y medirlos, sabrás qué esperar cada mes.