Para mejorar la rentabilidad en tu negocio es vital establecer metas y objetivos claros a corto y mediano plazo los cuales deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo para lograrlos( técnica SMART) 

Pero, antes de meternos a establecer objetivos, debemos hacer auto-evaluación de nuestro negocio para saber dónde estamos realmente. Ya que, si no lo sabemos, de poco nos servirá establecerlos.

La meta es el sitio al que quieres llegar, mientras que los objetivos son los pasos para llegar ahí. 

Las metas son un puerto; los objetivos, la brújula que te guía. Entonces, hay que tener claro que los objetivos y las metas sí son diferentes. 

Por su naturaleza, las metas son más generales, amplias y pueden ser a corto, mediano o largo plazo; incluso una meta puede o no cumplirse, pero los objetivos siempre deben llevarse a cabo.

Ejemplos de metas y sus objetivos que puedes poner en práctica para tener éxito en tu restaurante:

Marketing

El marketing es fundamental para mantener el funcionamiento de un restaurante. Es importante mantener a tus clientes actuales y al mismo tiempo hacer crecer el restaurante atrayendo a nuevos comensales. 

Un ejemplo de un objetivo de marketing podría ser atraer a nuevos comensales de un barrio en particular. 

Los objetivos pueden incluir el uso de las redes sociales para participar en las conversaciones de los comensales potenciales acerca de la comida, acompañar las actividades de verano vecinales que planea el comité y enviar un anuncio publicitario invitando a la gente directamente desde el barrio para que pruebe un aperitivo gratuito.

Gastos

Los gastos son un motivo de gran preocupación para cualquier dueño de negocio. Sin embargo, en el negocio de los restaurantes, los gastos innecesarios, tales como el desperdicio de alimentos, el exceso de trabajo y las necesidades de alto precio pueden conducir a una caída considerable en las ganancias. 

Al establecer la metas para mantener los gastos en línea, debes tener en cuenta las áreas de trabajo, la comida, los gastos generales y la retención del equipo de empleados. Un ejemplo de una meta podría ser mantener los costos de alimentos en menos del 35% de todos los ingresos. 

Los objetivos podría concentrarse luego en tener una baja cantidad de residuos de alimentos, la búsqueda de proveedores de alimentos asequibles y maximizar los recursos.

Ingresos

Los objetivos de ingresos son importantes, ya que el dinero es el motor de la empresa. Un ejemplo de un objetivo de ingresos podría ser una media de ventas en un rango determinado -entre US$180.000 y US$260.000 por ejemplo- para los primeros dos años. 

Para escribir tus objetivos, considera calcular la cantidad de ingresos que se necesitan cada mes para alcanzar este objetivo. También considera si hay meses o semanas más ocupadas que otras. Tal vez tu empresa incrementa sus ganancias durante la temporada de vacaciones, cuando la gente está muy animada y tiene menos tiempo para cocinar. A continuación, descompón eso por la cantidad de unidades comidas que deben ser vendidas cada semana y cada día. 

Ten en cuenta la cantidad de gente en tu comedor. Si es más probable que tengas el local lleno los fines de semana, las metas de ingresos para estos días deben ser más altas que durante la semana. 

Un objetivo puede ser: «vamos a maximizar las ventas de postres de lunes a viernes, incluyendo un menú especial de dos platos».

Servicio

Un excelente servicio emparejado con comida de calidad es un plan base para hacer que los comensales vuelvan. Un ejemplo de un objetivo de servicio de restaurante podría ser el ofrecer el mejor servicio de comedor que ningún restaurante de la zona. 

Los objetivos entonces deberían definir lo que esta experiencia tendría que ser. Tal vez los comensales deberían ser recibidos dentro de un máximo de dos minutos en la entrada y sentarse dentro de 10 minutos. 

Los objetivos también pueden incluir un mandamiento de que los comensales tienen que recibir el agua y el pan en sus mesas a más tardar cinco minutos después de estar sentados.

Con la metodología SMART, puedes asegurarte de que todos los objetivos, desde los objetivos de un proyecto hasta las metas más amplias de tu restaurante, tengan todo lo que necesitas para alcanzarlos.

Involucra a todo el personal y seguro tendran éxito y recuerda lo que no se mide no se puede mejorar.