La industria restaurantera tiene serios problemas porque cada vez hay más restaurantes. Y esta creciendo  a un ritmo dos veces mayor que la población, cuando menos en Estados Unidos donde las métricas son más precisas, y Latinoamérica no esta exenta de esta situación. 

Dicen que la competencia es buena pero todo con medida, además súmale la escasez de mano de obra, el aumento de los costos laborales, al alza en los insumos, el aumento en las rentas y los márgenes de ganancia cada vez más reducidos; los restaurantes están en problemas porque cada vez hay nuevos restaurantes y esto crece sin control; es sólo cuestión de darte una vuelta por las ciudades principales de tu país para constatarlo.

Después de la caída de las empresas punto com en los primeros años, muchos inversionistas se alejaron de Silicon Valley y del sector de la hostelería en busca de rendimientos más confiables, aunque más pequeños. The New york Times dice que Wall Street «derramó miles de millones en la industria de restaurantes» en los últimos años y que la cantidad de restaurantes en los EE. UU. -que actualmente se estima en 620,000 según la Oficina de Estadísticas Laborales- «está creciendo a un ritmo dos veces mayor que la población».

También es cierto que los estadounidenses gastan más de su presupuesto en comidas, que la industria restaurantera ha agregado una cantidad récord de empleos a la economía y que las ventas de los restaurantes han aumentado. La preocupación es que el crecimiento -el cambio en las ventas se vea reflejado drásticamente a la baja- «a la tasa más baja desde 2010».

Hay una serie de posibles razones para esto. Una es que los franquiciatarios están sobrecargados. Para apaciguar a sus inversores de capital privado, las cadenas más grandes, incluidas McDonald’s y Burger King, han estado vendiendo unidades propiedad de la compañía a franquiciados. Este enfoque les permite descargar los costos de operación y los problemas laborales a los franquiciatarios al tiempo que obtienen «un flujo constante de tarifas de franquicia y pagos de regalías», efecto que ya se esta viendo reflejado en las franquicias  maestras de algunos países de Latinoamérica.

Los franquiciatarios siempre se han sentido motivados a abrir establecimientos adicionales para compensar los costos generales. Pero según el Times, las grandes cadenas están exprimiendo a los franquiciados para que vayan por más. «Quieren que firmemos acuerdos de desarrollo agresivos», dijo Shoukat Dhanani, director ejecutivo del Grupo Dhanani, propietario de cientos de restaurantes Burger King y Popeyes.

Hablando de mano de obra, la saturación del mercado potencial obviamente podría plantear un problema para los trabajadores de restaurantes. La economía estadounidense actualmente está creciendo gracias a los empleados de la industria hotelera. Es demasiado pronto para decir exactamente cómo caerán los dominós, pero el informe laboral del mes pasado no fue alentador.

Es el momento exacto para ser mas competitivos con las grandes cadenas de comida y capacitarnos en nuestro restaurante para ofrecer un mejor servicio y productos de la mejor calidad; ademas de abrir los ojos a nuevos mercados en ciudades en desarrollo de los países en Latinoamérica, principalmente en la zona Sur.